La energía eléctrica en Argentina proviene principalmente de la quema de combustibles fósiles. El uso de energía eléctrica y el uso de combustibles en el viñedo contribuyen al cambio climático ya que generan Gases Efecto Invernadero (GEI). Por esto, las acciones que tienden a mejorar la eficiencia energética contribuyen a la mitigación del cambio climático. En un mundo donde la sostenibilidad es cada vez más importante, las bodegas están liderando el camino hacia un futuro más verde. Han puesto en marcha planes ambiciosos para mejorar la eficiencia energética tanto en sus viñedos como en sus instalaciones de producción. Estos planes no sólo buscan reducir el consumo energético, sino que también establecen objetivos claros y medibles para seguir de cerca el progreso hacia una operación más ecológica. Para lograrlo, están apostando por el uso de energías renovables como una alternativa emocionante y transformadora a las fuentes de energía convencionales. En bodega, por ejemplo, el mayor consumo energético se produce durante la refrigeración de los procesos de fermentación y estabilización. El gas natural y licuado tiene como principal uso el de calefacción de agua para limpieza y apoyo a los procesos de fermentación. Respecto a la iluminación, conocer la potencia total instalada hasta registrar meticulosamente la cantidad, tipo y consumo de las luminarias existentes, ha permitido dar pasos concretos para comprender y controlar el uso de la energía eléctrica. Además, se llevan a cabo campañas de concientización entre el personal para promover prácticas responsables en la iluminación. En línea con este compromiso, se han desarrollado planes integrales de renovación tecnológica que incluye mejoras significativas como la adopción de tecnología LED, el uso de células fotoeléctricas para encendido y apagado, sensores de movimiento para iluminar espacios específicos y la implementación de temporizadores. La eficiencia energética de los equipos se realiza a través de un relevamiento detallado de la potencia instalada de los equipos, junto con el registro del tiempo y horario de funcionamiento de aquellos de mayor consumo. Este análisis permite identificar claramente los puntos de ineficiencia en el uso de la energía. Luego se desarrolla un plan concreto de reducción del consumo energético de los equipos, con el objetivo de optimizar su funcionamiento y minimizar su impacto ambiental. Finalmente se pone en marcha el plan de reducción de uso de energía de manera efectiva, implementando medidas específicas y calculando indicadores para registrar los resultados obtenidos. Este enfoque integral y progresivo refleja el compromiso de las bodegas con la eficiencia energética y su determinación para alcanzar mejoras continuas en este aspecto clave de su operación. La gestión de la energía eléctrica adquirida es un proceso integral que abarca varios pasos clave. En primer lugar, la organización debe registrar y analizar detalladamente el consumo de energía a lo largo de su ciclo productivo, teniendo en cuenta las diferentes franjas horarias. Luego, mediante el cálculo de indicadores específicos asociados a estos consumos, como los kWh por litro de vino o los kWh por tonelada de jugo de uva concentrado, se evalúa con precisión la eficiencia energética de las operaciones. En base a estos datos, se establecen metas claras y se implementan medidas de acción estratégicas para reducir el consumo de energía. Por ejemplo, se evalúa la posibilidad de trasladar ciertas operaciones a franjas horarias de menor costo energético, o se ajusta la contratación anual de potencia eléctrica para optimizar los recursos disponibles. Este enfoque proactivo y analítico permite a la organización no solo controlar y minimizar su gasto energético, sino también avanzar hacia una operación más eficiente y sostenible en el largo plazo. A su vez, también se puede mejorar el aislamiento de edificios y equipos para reducir las pérdidas de calor en invierno y la entrada de calor en verano. Y sellar fugas de aire en conductos y equipos puede mejorar la eficiencia de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Por otro lado, en el ámbito agrícola hay varias medidas de eficiencia energética que pueden implementarse para disminuir el consumo energético y promover la sostenibilidad. Estas son algunas de ellas: -Sistemas de Riego Eficientes: Utilizar sistemas de riego por goteo o riego localizado en lugar de métodos convencionales como el riego por inundación. Estos sistemas entregan agua directamente a las raíces de las plantas, reduciendo las pérdidas por evaporación y escorrentía, y disminuyendo así la necesidad de bombeo de agua. -Uso Eficiente de Equipos Agrícolas: Mantener y utilizar adecuadamente los equipos agrícolas para maximizar su eficiencia energética. Esto incluye mantener los motores en buen estado, utilizar técnicas de conducción eficiente y evitar la sobreutilización de maquinaria. -Prácticas de Cultivo Sostenibles: Adoptar prácticas agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos, el manejo integrado de plagas y el uso de abonos orgánicos, puede mejorar la salud del suelo y reducir la necesidad de insumos energéticos intensivos como los fertilizantes sintéticos. -Optimización del Uso de Fertilizantes y Agroquímicos: Aplicar fertilizantes y agroquímicos de manera precisa y en cantidades adecuadas mediante técnicas como la fertirrigación y la pulverización localizada. Esto reduce el desperdicio de insumos y minimiza el consumo de energía asociado con su producción y aplicación. -Gestión Eficiente de Residuos: Implementar prácticas de gestión de residuos, como el compostaje de desechos orgánicos y la valorización de residuos agrícolas, para la producción de energía o materiales reutilizables, puede reducir la necesidad de transporte y tratamiento de residuos, disminuyendo así el consumo energético. -Uso de Tecnologías de Agricultura de Precisión: Adoptar tecnologías de agricultura de precisión, como el uso de sistemas de posicionamiento global (GPS) y sensores remotos, puede ayudar a optimizar el uso de insumos agrícolas y reducir el consumo de energía al permitir una gestión más precisa y eficiente de los recursos. -Energía Solar para Bombeo de Agua: Instalar sistemas de bombeo de agua alimentados por energía solar en lugar de utilizar motores de combustión interna o eléctricos conectados a la red. Esto reduce los costos operativos y disminuye la dependencia de combustibles fósiles. Además, para aumentar la eficiencia se pueden implementar arrancadores suaves y variadores de frecuencia para los motores de las bombas, lo que ayuda a reducir el consumo de energía y prolongar la vida útil del equipo. Se pueden instalar sistemas automáticos de arranque y parada para evitar el funcionamiento innecesario de las bombas. En los casos donde la disponibilidad de electricidad renovable es limitada o la capacidad ya está consignada existen instrumentos para fomentar la generación y consumo de energía renovable. Se utilizan en diferentes partes del mundo para promover y respaldar la generación y consumo de energía renovable. Cada uno tiene sus propias características y requisitos específicos, pero todos tienen como objetivo común fomentar la transición hacia un sistema energético más sostenible y bajo en carbono. A continuación, estos son algunos de los más usados:
  1. Los Certificados de Energía Renovable (Renewable Energy Certificates o REC, por sus siglas en inglés) son instrumentos negociables que representan la generación de una cierta cantidad de electricidad a partir de fuentes renovables, como la energía solar, eólica, hidroeléctrica, biomasa o geotérmica. Estos certificados permiten a los consumidores y empresas demostrar y respaldar el uso de energía renovable en su consumo de electricidad, incluso si la electricidad que consumen no proviene directamente de fuentes renovables.
  2. Garantías de Origen (GO): Las Garantías de Origen son documentos que certifican la procedencia de la electricidad y garantizan que ha sido generada a partir de fuentes renovables. Son utilizadas principalmente en Europa y pueden ser emitidas por productores de energía renovable, comercializadores o distribuidores de electricidad.
  3. Créditos de Energía Renovable (RECs): Similar a los Certificados de Energía Renovable, los RECs son instrumentos negociables que representan la generación de electricidad a partir de fuentes renovables. Se utilizan principalmente en los Estados Unidos y en algunos otros países.
  4. Créditos de Carbono (Carbon Credits): Aunque no se centran específicamente en la generación de energía renovable, los créditos de carbono son instrumentos utilizados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se emiten por proyectos que reducen o evitan emisiones de gases de efecto invernadero y pueden incluir proyectos de energía renovable, eficiencia energética, reforestación, entre otros.
  5. Subastas de Energía Renovable: En algunos países, se llevan a cabo subastas para asignar contratos a proyectos de energía renovable. Estos contratos pueden incluir compromisos de compra de electricidad a largo plazo (PPAs, por sus siglas en inglés) o tarifas de alimentación (feed-in tariffs) garantizadas para proyectos de energía renovable seleccionados.
  6. Certificación de Energía Verde: Algunas empresas y proveedores de energía ofrecen programas de certificación de energía verde, que garantizan que una cierta cantidad de la electricidad suministrada proviene de fuentes renovables. Estos programas pueden incluir certificados o etiquetas que identifican la energía como verde o renovable.
La transición hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente es un objetivo cada vez más imperativo en todos los sectores de la sociedad. En el contexto específico de la industria vitivinícola y agrícola en Argentina, la eficiencia energética y el uso de fuentes de energía renovable se presentan como pilares fundamentales para mitigar los impactos negativos sobre el cambio climático y avanzar hacia una operación más ecológica y sostenible. Las acciones emprendidas por las bodegas y los productores agrícolas muestran un compromiso tangible con la adopción de prácticas más responsables desde el punto de vista energético. Desde la implementación de planes integrales de eficiencia energética en bodegas hasta la adopción de tecnologías renovables en el bombeo de agua en los viñedos, cada paso dado refleja una conciencia creciente sobre la necesidad de reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad. La gestión cuidadosa de la energía eléctrica adquirida, la mejora en la eficiencia de los equipos y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles son solo algunas de las estrategias que están siendo implementadas para lograr estos objetivos. Además, el uso de instrumentos como los Certificados de Energía Renovable, las Garantías de Origen y los Créditos de Carbono demuestran un compromiso más amplio con el fomento de la generación y consumo de energía renovable a nivel global. En última instancia, estas acciones no solo tienen el potencial de reducir los impactos negativos sobre el medio ambiente y el cambio climático, sino que también contribuyen a la resiliencia y el desarrollo sostenible de la industria vitivinícola y agrícola en Argentina. Es un camino hacia un futuro más verde y prometedor, donde la armonía entre la producción y la conservación del medio ambiente se convierte en un objetivo compartido y alcanzable para todos los actores involucrados.   Fuente: https://domainebousquet.com/wp-content/uploads/2024/04/DB-20.04.2024-final.pdf https://www.trivento.com/web/institucional/sustentabilidad.php https://pevi2030.com.ar/wp-content/uploads/2022/05/Guia-Sostenibilidad-de-la-Vitivinicultura-Argentina-1.1.pdf https://www.iberdrola.com/sostenibilidad/inversiones-bonos-verdes https://www.carbonneutralplus.com/nuevos-certificados-de-energia-renovable-en-argentina-i-rec-standard/