Los programas de indicación de origen y de calidad tienen una incidencia especialmente importante en los precios del comercio de vino, y muchos de los principales exportadores de vino utilizan indicaciones geográficas para proteger las denominaciones de vinos de regiones específicas o los métodos de producción de calidad. La disponibilidad de esta protección es una obligación exigida en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC), que prevé una protección específica en lo que respecta a las indicaciones geográficas para los vinos y las bebidas espirituosas, destaca un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las indicaciones geográficas, a menudo en forma de denominaciones de origen, han constituido desde hace mucho tiempo un elemento especialmente importante en el comercio de vino. De las 9.500 marcas de origen que, según las estimaciones, se utilizan a nivel mundial, 2.535 se utilizan para vinos. En la Unión Europea (UE), que es uno de los principales usuarios de indicaciones geográficas a nivel mundial, de las 3.500 indicaciones geográficas registradas en la UE, 1.627 se aplican a los vinos. No todos los productos protegidos por indicaciones geográficas tienen el mismo éxito, pero un estudio de 2021 sobre la experiencia de la UE muestra que el promedio de la tasa de la prima de valor (es decir, el sobreprecio ponderado por volumen de los productos con indicaciones geográficas en comparación con los mismos productos, pero sin indicaciones geográficas) correspondiente al conjunto de productos de la UE con indicación geográfica era del 2,07 en 2017. Esto indica que el valor de las ventas de los productos con indicación geográfica fue en promedio 2,07 veces mayor que el de los productos comparables no protegidos por indicaciones geográficas. Las indicaciones geográficas para los vinos registran resultados más positivos si cabe, con una tasa de la prima de valor del 2,85 para el conjunto de las indicaciones geográficas de los vinos de la UE, frente al 2,72 en 2010. Y en los mercados de exportación de los vinos originarios de la Unión Europea el valor de las indicaciones geográficas de los vinos es incluso más elevado. Francia se sitúa a la cabeza con una tasa de la prima de valor del 4,13. Los productos europeos protegidos por indicaciones geográficas principalmente se venden en el mercado nacional (60% en términos de valor y volumen) o son objeto de comercio con otros países de la UE (23% en términos de volumen y 20% en términos de valor). Sin embargo, los mercados más lucrativos son las crecientes exportaciones destinadas a economías fuera de la Unión Europea (es decir, extra-UE), que representan un 16% en términos de volumen y 22% en términos de valor, y en su mayor parte están destinadas a los Estados Unidos, el Reino Unido y el Canadá, donde se registra el valor relativo con respecto al volumen más elevado para los principales exportadores de vino. Frente a este contexto favorable para el uso de Denominaciones de Origen o Indicaciones Geográficas, desde la OMC sostienen que varios acuerdos regionales y bilaterales, así como los convenios internacionales administrados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), prevén niveles de protección más elaborados que los previstos en el Acuerdo sobre los ADPIC. Sin embargo, las normas del Acuerdo sobre los ADPIC constituyen las únicas normas mínimas de protección plenamente multilaterales sobre el modo en que las indicaciones geográficas de los vinos deben protegerse en estos mercados de exportación.   Para acceder al informe completo, ingresar aquí.