Como era esperarse, la esfera corporativa ha comenzado a realizar acciones para disminuir sus impactos ambientales y sociales y el mundo del vino no queda afuera. Los Millennials son la audiencia clave para los productos 'verdes', una base de consumidores que aparentemente está perdiendo interés en el vino.
En Estados Unidos, según el estudio de Unilever, los Millennials son una generación arraigada con habilidades tecnológicas que esperan eficiencia. Exigen experiencias diversas y auténticas, y desean productos innovadores y de alta gama. Buscan la diferenciación y están más dispuestos a experimentar, gravitando hacia productos innovadores y tipos de vino alternativos como el vino orgánico y con menos alcohol, o un formato nuevo, como el vino en una lata.
Es tendencia mundial la preocupación por parte de las generaciones más jóvenes del cuidado de la salud, el bienestar y la disminución de los impactos ambientales y sociales. Si bien aún es un nicho de mercado, del total de vino consumido a nivel mundial solo el 3,6% pertenece a vinos orgánicos. Las ventas de vino orgánico aumentaron un 22% en 2017, en comparación con un crecimiento de menos del 3% en el vino no orgánico, según Nielsen.
Otro punto a destacar es que los vinos orgánicos tienen buen sabor. Un estudio publicado en The Journal of Wine Economics encontró que los vinos sostenibles y orgánicos obtuvieron en promedio 4.1 puntos más que los equivalentes cultivados con prácticas tradicionales en las pruebas de sabor.
El índice de oportunidades SOLA (Oportunidades de vinos sostenibles, orgánicos y con menos alcohol) de Wine Intelligence 2018 analizó las oportunidades relativas por mercado de vinos con menor contenido de alcohol, sin alcohol, de comercio justo, ecológico, de producción sostenible, respetuoso con el medio ambiente, de una bodega sin emisiones de carbono, biodinámico, sin conservantes, sin sulfitos y veganos. De acuerdo con el informe, los vinos que ofrecen una conexión ambiental y de sostenibilidad tienen las mejores posibilidades de éxito dentro de la categoría alternativos, ya que los vinos con menos alcohol y sin alcohol luchan por la atención del consumidor.
El vino orgánico ocupa el primer lugar en el índice de oportunidades, lo que indica que tiene la mejor oportunidad dentro del universo SOLA. Esto podría explicarse por el hecho de que, por lo general, tanto el comercio como los consumidores comprenden y reconocen mejor lo "orgánico". La oportunidad del vino orgánico es particularmente fuerte en Finlandia, Suecia y Alemania, impulsada por los objetivos minoristas sólidos para aumentar la cuota de mercado de los vinos orgánicos. Luego le siguen los vinos de producción sostenible y los de comercio justo. Sin embargo, esto varía según el mercado: en el Reino Unido el comercio justo se destaca mientras que en Japón es el vino sin conservantes el que ofrece la mayor oportunidad.
Todas las categorías tienen en común que se caracterizan por hacer un vino ambientalmente responsable y sostenible, dar al consumidor una opción innovadora fuera de lo cotidiano y atender a las minorías. Además, los beneficios no son sólo ambientales y económicos, un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y publicado en Organization and Environment encontró que las bodegas que habían adoptado prácticas sostenibles, como la gestión del riego y la mejora de la conservación del suelo, obtuvieron mejores resultados financieros.
¿Cómo está el consumo de vino en el mundo?
El consumo de vino se está reduciendo o estancando en los mercados de producción de vino como Francia, Italia y Alemania, España y Argentina, así como mercados maduros como el Reino Unido (UK). Las reducciones fueron más que compensadas por el aumento del consumo en China (57 millones de cajas) y el rango de otros países, incluido Japón (en 9 millones de cajas), Canadá (8 millones de cajas), Australia (5 millones de cajas), Brasil (5 millones de cajas), EEUU (4 millones de cajas) y Polonia (4 millones de cajas). Curiosamente, el consumo de vino importado en Francia aumentó en 27 millones de cajas durante el período, compensando parcialmente una disminución de 72 millones en el consumo de vino nacional durante la década.

Las últimas cifras internacionales muestran que el consumo de vino creció un 0,5% cada año durante los últimos tres años, lo que se traduce en 250 millones de copas de vino adicionales que se disfrutan cada año.
A continuación agregamos algunas de las certificaciones de producción sostenible de las distintas regiones vitivinícolas:
Protocolo de Sostenibilidad de Bodegas de Argentina

Sistema de gestión ambiental EMS (ISO 14001 / ISO 14004).

Viticultura sostenible Nueva Zelanda (SWNZ)

Viñedo y bodega certificados en California (CCSW)

Certificado de Vino Sostenible de Chile

Certificación de integridad y sostenibilidad

Viticultura sostenible en Australia (SAW)
