Por: Francisco Gonzalez Antivilo & Rosalía Cristina Paz & Markus Keller & Roberto Borgo & Jorge Tognetti & Fidel Roig Juñent. En: International Journal of Biometeorology. La temperatura bajo cero es un factor limitante que afecta a la distribución de los viñedos en todo el mundo. El nivel de resistencia al frío es adquirido desde el comienzo de la etapa de reposo invernal (también llamada dormición), el cual es fundamental para pasar la estación invernal ya que es una planta perenne. La mayoría de las investigaciones publicadas sobre este tema se han generado más allá de los 40° de Latitud en el Hemisferio Norte, donde las temperaturas medias diarias pueden alcanzar niveles muy bajos lo que resulta en daños recurrentes a nivel de estructuras permanentes (troncos y brazos) y yemas. Sin embargo, los síntomas de lesión por frío también se han encontrado en Mendoza (32-35 ° latitud), una región vinícola del Hemisferio Sur caracterizada por una alta amplitud térmica y vientos cálidos (Zonda) seguidos de fuertes heladas. En Mendoza, los síntomas observados generalmente se han atribuido a la sequía y/o patógenos, pero no a la rápida perdida de resistencia al frío (también llamada desaclimatación) por efecto de los “veranitos de invierno” que dejan susceptibles a las plantas al rigor de las temperaturas bajo cero. Debido a que la información local sobre los eventos meteorológicos como causa probable de la muerte de la vid durante la estación de dormición es nula (este es el primer trabajo de origen local en la temática), la investigación fue diseñada para comparar los datos macro, meso y microclimáticos de Mendoza, Argentina y los del Este de Washington, EE.UU (otra región productora de uva para vino ubicada a los 46 ° de Latitud Norte) y revelar por qué el daño por congelamiento se produce en ambas regiones, a pesar de la existencia de grandes diferencias climáticas. Debido a que los parámetros ambientales en condiciones de campo pueden no corresponder a los datos registrados por estaciones meteorológicas convencionales, se instalaron sensores en los viñedos para obtener noción de cúan diferentes pueden ser estos registros. También se evaluaron las condiciones microclimáticas de las vides para evaluar cuales son las partes más vulnerables con el fin relacionarlo a los síntomas que se observan a campo. Y, por último, se evaluó si es posible modificar el estado de resistencia al frío en un período corto de tiempo con altas condiciones de amplitud térmica (como lo que ocurre con los Zondas). A pesar de que Mendoza es más cálido, y las temperaturas no son tan extremas como en en el estado de Washington, la alta amplitud térmica diaria podría estar parcialmente involucrada en la desaclimatación de las vides. Esto indica la necesidad de seguir trabajando en la temática para obtener más información local.