El manejo del agua es uno de los temas estratégicos más relevantes para el presente y el futuro de la vitivinicultura. En un contexto de creciente presión sobre la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos, comienzan a tomar fuerza indicadores que permiten medir no solo cuánta agua se utiliza, sino también cuánta agua sería necesaria para diluir los contaminantes derivados de las prácticas agrícolas. Entre ellos, la huella hídrica gris (HHG) se ha convertido en un parámetro clave para evaluar impactos ambientales asociados al uso de insumos agroquímicos. En esta nota analizamos los aportes del estudio “Assessing the grey water footprint of pesticide use in the Mendoza wine region (Argentina)” de Farreras et al. (2024), uno de los trabajos más recientes y completos. ¿Qué es la huella hídrica gris y por qué es relevante en vitivinicultura? La huella hídrica gris es el volumen de agua necesario para diluir la carga de contaminantes generada por una actividad productiva hasta alcanzar los estándares de calidad aceptados. En vitivinicultura, este indicador se asocia principalmente al uso de pesticidas, por ser insumos ampliamente utilizados en el manejo sanitario del viñedo. Su incorporación permite complementar las mediciones tradicionales de agua aplicada al riego, ofreciendo una visión más integral del impacto sobre el recurso hídrico. En una provincia donde más del 95 % de la producción agrícola depende del riego y donde la calidad de agua presenta vulnerabilidad creciente, entender la carga potencial de contaminación difusa es fundamental para la gestión sostenible. El trabajo analiza 24 fungicidas, 7 insecticidas y 7 herbicidas utilizados en una microrregión vitícola de Mendoza en el período 2018–2020. A partir de datos de dosis, toxicidad, degradación y estándares de calidad, estima:
  • La huella hídrica gris por molécula de pesticida, expresada en m³ de agua por kg de uva.
  • La carga total estimada de agua necesaria para diluir los contaminantes generados por el uso conjunto de pesticidas.
  • La variabilidad espacial dentro de los distritos, que depende de dosis aplicadas, tipo de producto, frecuencia de uso y características del manejo vitícola.
El estudio muestra que existen diferencias muy marcadas entre moléculas, lo que abre oportunidades concretas para reducir el impacto ambiental a través de la selección de insumos y el ajuste de prácticas de manejo. Los valores reportados y los patrones observados permiten extraer conclusiones muy relevantes para el sector:
  1. Variabilidad alta entre pesticidas
Las moléculas con mayor huella hídrica gris fueron:
  • Fluroxypyr-meptyl (Herbicida) → ~1.10 m³/kg
  • Fosetyl-aluminium (Fungicida) → ~0.59 m³/kg
  • Imidacloprid (Insecticida) → ~0.41 m³/kg
En términos de huella hídrica gris, las moléculas con menor impacto potencial fueron los fungicidas Mancozeb (0.12 m³/kg) y Azoxystrobin (0.18 m³/kg), seguidos por el herbicida Glyfosato (0.25 m³/kg). Esto significa que, dependiendo de la elección del producto, el impacto sobre el recurso hídrico puede multiplicarse por 3 o más. Esta variabilidad da lugar a herramientas de decisión simples: priorizar productos con baja HHG reduce riesgo y costos ambientales.
  1. Variabilidad espacial: distritos con mayor riesgo potencial
Al analizar los datos en un mapa, se observa que algunos distritos muestran valores medios de HHG más elevados, vinculados a:
  • mayor presión sanitaria,
  • niveles superiores de uso de pesticidas,
  • combinaciones de productos de mayor impacto.
Brechas entre fincas: oportunidad clara de mejora Entre unidades productivas dentro de un mismo distrito, las diferencias pueden ser muy grandes. Esto demuestra que:
  • Las buenas prácticas existentes son replicables.
  • No se necesita una transformación radical para reducir la HHG; pequeños ajustes generan reducciones importantes.
Los datos permiten plantear mensajes claros y accionables: Para productores
  • Elegir principios activos con baja HHG reduce riesgo ambiental sin afectar el control sanitario.
  • Ajustar dosis, evitar redundancias y optimizar calendarios de aplicación puede disminuir la carga de contaminación potencial.
  • Integrar la HHG como indicador complementario dentro del manejo integrado de plagas (MIP).
Para bodegas
  • La HHG puede ser un indicador de sustentabilidad verificable, útil para certificaciones, reportes ESG y auditorías.
  • Permite comunicar con mayor transparencia las prácticas de manejo adoptadas por sus proveedores.
Para políticas públicas y planificación
  • La variabilidad espacial sugiere que la HHG puede ser utilizada como insumo para ordenamiento territorial y gestión de cuencas.
  • Ayuda a priorizar zonas donde la calidad de agua es más vulnerable.
  • Puede integrarse a observatorios ambientales y sistemas de monitoreo.
Los datos muestran que la vitivinicultura puede reducir su impacto ambiental sin perder productividad. La huella hídrica gris revela grandes diferencias entre fincas, lo que confirma que existen prácticas de manejo más eficientes y replicables. Optimizar el uso de agroquímicos y el manejo del agua no solo reduce riesgos ambientales y regulatorios, sino que también mejora la rentabilidad.    Fuente https://oeno-one.eu/article/view/8108