En Australia se llevó a cabo un proyecto de investigación con viñedos de Cabernet Sauvignon y Syrah para evaluar el impacto de diferentes estrategias de riego basadas en sensores de planta, suelo y clima. Se probaron tecnologías como sensores térmicos, UAV con cámaras multiespectrales, microtensiómetros en el tronco y sondas de humedad, comparándolas con el manejo convencional de riego. El objetivo fue demostrar cómo la integración de datos en tiempo real puede mejorar la eficiencia en el uso del agua (WUE) y la rentabilidad, en un contexto de escasez hídrica y aumento de la evapotranspiración (ET). El trabajo de investigación australiano evaluó cuatro estrategias de riego
  1. CONV (Conventional)
Riego convencional, basado en la experiencia del productor, históricos de riego y observaciones visuales. No utiliza datos de sensores para programar el riego.
  1. ET (Evapotranspiration-based irrigation)
Riego basado en evapotranspiración del cultivo (ETc). Se calcula el agua a reponer usando coeficiente de cultivo (Kc) y datos climáticos (ET₀), aplicando estrategias de déficit controlado (15-25% ETc, según fenología).
  1. PWS (Plant Water Status)
Riego basado en el estado hídrico de la planta, medido con sensores térmicos (ej. Transp-IR) o microtensiómetros (PWS1 y PWS2). Utiliza índices como el Vine Water Index (VWI) para programar riegos cuando el estrés hídrico alcanza cierto umbral.
  1. SWS (Soil Water Status)
Riego basado en el contenido de agua en el suelo. Se usan sondas como Teros-12, que miden humedad volumétrica (%VWC). El riego se activa cuando la humedad cae bajo un umbral (ej. 21%). Resultados clave del estudio
  • Ahorro de agua: Las estrategias con sensores lograron reducir entre 30% y 60% el volumen de agua aplicado, sin pérdidas de rendimiento ni calidad de la uva.
  • Mejora de la eficiencia hídrica (WUE): En Cabernet Sauvignon, la WUEc aumentó de 3 a 6 veces, y en Syrah se duplicó frente al riego convencional.
Gráfico: Suma de la eficiencia hídrica según estrategia de riego y variedad. Fuente propia
  • Impacto económico: El margen económico por megalitro (ML) de agua fue hasta 4 veces mayor con riego basado en sensores.
  • Validación tecnológica: Se comprobó que sensores como el Transp-IR y microtensiómetros Florapulse ofrecen datos confiables sobre el estado hídrico de la planta, correlacionando con parámetros tradicionales como el potencial hídrico del tallo.
El estudio evidencia que regar menos y mejor no solo es posible, sino también rentable. Frente a un escenario de crisis hídrica, adoptar decisiones basadas en datos permite:
  • Ahorrar agua en cantidades significativas, reduciendo el costo energético del bombeo.
  • Mejorar la calidad de la uva y el vino, al evitar el estrés hídrico excesivo o riegos innecesarios.
  • Aumentar la rentabilidad, aprovechando cada litro de agua con mayor eficacia.
Gráfico: Rendimiento (t/ha) según tratamiento. Fuente propia Para regiones como Mendoza, Argentina, donde el agua es un recurso limitado, estos resultados son un llamado a adoptar tecnologías que permitan optimizar el riego y sostener la competitividad de la vitivinicultura. Aunque las tecnologías usadas en el estudio australiano pueden tener costos elevados, hoy existen alternativas de bajo costo y fácil implementación, ideales para productores que buscan dar el primer paso hacia el riego de precisión: Tecnologías accesibles:
  • Sensores de humedad del suelo: TDR y capacitivos (YL-69, DFRobot Gravity) conectados a placas como Arduino o ESP32 para monitorear humedad y definir umbrales de riego.
  • Estaciones meteorológicas DIY: Con sensores de temperatura, humedad y pluviómetros, alimentadas con paneles solares y conectadas a plataformas online (ThingSpeak, Google Sheets).
  • Caudalímetros económicos: Modelos como YF-S201 o industriales básicos (Bermad, Netafim), para controlar el volumen aplicado.
  • Cámaras térmicas de bajo costo: Módulos MLX90640 o cámaras FLIR para smartphones, útiles para evaluar estrés hídrico en la canopia.
  • Software abierto y Power BI: Permiten integrar los datos, generar gráficos (riego vs. rendimiento, eficiencia hídrica) y tomar decisiones rápidas.
Cinco pasos para iniciar el riego de precisión con bajo presupuesto
  1. Medir la humedad del suelo: Instalar sensores capacitivos o TDR en diferentes puntos de la parcela.
  2. Monitorear el clima: Usar estaciones meteorológicas DIY para estimar evapotranspiración y lluvia efectiva.
  3. Medir el agua aplicada: Incorporar caudalímetros simples en el sistema de riego.
  4. Visualizar los datos: Utilizar una hoja de cálculo o Power BI para graficar tendencias y detectar umbrales críticos.
  5. Ajustar el riego: Definir criterios claros (ej. % humedad mínima) y regar solo cuando los datos lo indiquen.
  Fuente https://www.wineaustralia.com/getmedia/26d4b45e-2e72-4486-82e0-a81711076aa5/UA-1803-1-3-Final-Report_Full-Final-for-website.pdf