La vitivinicultura de Chile revisa su modelo exportador. Un informe del Ministerio de Agricultura de Chile, publicado recientemente por Adriana Valenzuela Palma, del Departamento de Política Sectorial y Javier Contreras, del Departamento Información y Economía Agraria, pone el foco sobre el comportamiento del mercado de exportación de los vinos embotellados con denominación de origen (DO) en el período 2020-2024, los cuales se dividen en dos segmentos de comercialización: vinos corrientes, con un precio promedio inferior a los U$S50 por caja (equivalente a 12 botellas de 750 cc o 9 litros de vino) y vinos premium, cuyo valor promedio de exportación iguala o supera dicho umbral. Los datos de volumen y valor de exportación en los últimos cinco años muestran que el 93% del volumen exportado se concentra en el segmento “Corriente”, mientras que en términos de valor menos del 22% del valor FOB corresponde al segmento “Premium”. Para el informe, la premiumización, en el contexto del marketing, se refiere a la estrategia de aumentar el valor percibido de un producto o servicio para justificar un precio más alto. No se trata simplemente de subir los precios, sino de ofrecer una experiencia. Para Chile, entre 2020 y 2024, doce países concentran el 80% de los envíos de vinos embotellados corrientes, tanto en volumen como en valor. Los principales destinos son Brasil, China, Reino Unido y Japón, los cuales representan casi el 50% de las exportaciones. En los últimos años, las exportaciones de vino chileno han mostrado una relativa estabilidad, pese a la significativa caída registrada en 2023 y a la leve recuperación observada en 2024. Dentro de la oferta exportadora destacan principalmente dos categorías: los vinos con Denominación de Origen (DO) y los vinos a granel, ambos con una participación relevante en el comercio internacional. Durante la última década, los precios promedio de exportación del vino chileno se han mantenido prácticamente constantes en estas dos principales categorías. El vino con DO ha oscilado en torno a los 3 USD por litro, mientras que el vino a granel se ha ubicado cerca de 1 USD por litro. Esta prolongada estabilidad de precios plantea un desafío considerable para la industria vitivinícola nacional. Los datos presentados en el período 2020-2024, muestran que en el mercado de exportación de vino embotellado o con denominación de origen, se observa una clara segmentación, de hecho, el 93% de volumen exportado corresponde a vinos corrientes o varietales (< 50 U$S/caja), sólo un 7% a vinos premium (> 50 U$S/caja) y sólo el 1% se comercializa en un precio mayor a 100 U$S/caja.  Los volúmenes exportados, evidencian que la mayor parte de las exportaciones chilenas se concentra en vinos considerados estándar o de gama corriente. Sin embargo, en términos de valor FOB, la participación de vinos premium se eleva al 21,7%. Entre 2020 y 2024, al analizar los principales mercados de destino del vino embotellado chileno, se observa que la participación de los vinos premium, aunque limitada en volumen, adquiere mayor relevancia en términos de valor. En Brasil, representan el 3,4% del volumen exportado, pero aportan el 14,5% del valor FOB. En Estados Unidos, alcanzan el 12,6% en volumen y el 32,8% en valor; mientras que en China representan el 11,2% del volumen y el 33,6% del valor. Japón, por su parte, muestra una participación promedio de 3,4% en volumen, pero cerca del 11% en valor. Estos datos evidencian que, si bien la estrategia de premiumización ha permitido posicionar productos de mayor valor para la vitivinicultura chilena, su impacto en términos de volumen sigue siendo acotado. En este contexto, advierte el informe, resulta estratégico complementar dicha línea con una mayor masificación y promoción del vino embotellado corriente, con el objetivo de ampliar la base de consumidores y consolidar el posicionamiento del vino chileno en mercados clave. Respecto a los precios promedio de exportación en el período analizado, tanto Estados Unidos como China registran valores cercanos a 35 U$S por caja de 12 botellas o 9 litros de vino, mientras que en Brasil y Japón esta cifra ronda los 25U$S por caja. Estos montos permanecen incluso por debajo del umbral establecido para clasificar un vino como premium, definido en 40 U$S por caja. A partir de la información presentada, destaca el estudio oficial, se puede señalar que la estrategia de posicionamiento internacional del vino chileno no debería limitarse exclusivamente al impulso del segmento premium ni enfocarse únicamente en la masificación del vino embotellado corriente. La estrategia sugerida consiste en adoptar un enfoque dual que combine ambos objetivos: por un lado, potenciar la masificación del vino embotellado corriente en aquellos segmentos donde Chile ya ostenta una posición consolidada en este segmento; y por otro, avanzar en la premiumización de los vinos embotellados, enfocándose en aquellas variedades que ofrecen oportunidades de diferenciación y permiten capturar precios más altos en mercados que valoran el vino chileno de alta gama.