Italia

Según datos de la Asociación de Enólogos y Enotécnicos Italianos (Assoenologi) la producción 2017/2018 será de al menos 15 millones de hectólitros inferior a la de la campaña anterior. De hecho la mayoría de las regiones italianas registraron disminuciones significativas en su producción, llegando algunas a tener una caída del 45% como el caso de Toscana, Lazio y Cerdeña. Con 38,9 millones de hectolitros, 2017 ocupa el segundo lugar entre las cosechas más pobres desde la posguerra hasta hoy, solo superada por la de 1947 (36,4 millones de Hl). A pesar de esto Italia continúa siendo el primer productor mundial de vinos.



Francia

Según un informe de noviembre del  Departamento de Estadística y Prospectiva de Francia la cosecha será un 19% inferior a la de la campaña anterior, alcanzando los 36,8 millones de hectolitros.

La cosecha de 2017 sería históricamente baja superando a la de 1991, que también se vio afectada por heladas severas. La producción de vinos DOP (Denominación de Origen Protegido) y especialmente de vinos sin indicación geográfica (IG) serían las más afectadas (- 19% y - 42% respectivamente).

La disminución de la producción se debe principalmente a la severa helada de primavera que afectó, en una etapa sensible de la vid, a todas las cuencas vitícolas, en diversos grados. Las cuencas del suroeste (en particular en Burdeos), Charentes, Alsacia y Jura fueron las más afectadas. Después de la helada, los viñedos pudieron compensar parcialmente las pérdidas de cosecha en ciertas cuencas mediante re-brotes en algunas parcelas congeladas (principalmente en el Valle de Loire y en Burdeos).

Las pérdidas por granizo en Borgoña-Beaujolais, Sud-Ouest, Languedoc y Sud-Est también redujeron la producción. Al final del ciclo vegetativo de la vid, la acentuación de la sequía en el Mediterráneo redujo  los volúmenes vitícolas. Este fenómeno climático persistente, asociado con el calor y el viento, condujo a la deshidratación de las bayas, derivando en bajos rendimientos.

La cosecha fue temprana en todas las cuencas vitícolas, especialmente en las que se encuentran alrededor del Mediterráneo, la mayoría de las uvas se cosecharon en septiembre.


España

Al igual que sus pares europeos, la producción de España se ha visto drásticamente afectada por las inclemencias climáticas. Un informe publicado por la revista especializada La Semana Vitivinícola (www.sevi.net) el cual hace dos estimaciones, una de mínima con casi 35 millones de hectolitros y una de máxima con poco más de 36 millones, deja esto en evidencia. Donde la pérdida con respecto al año anterior en el escenario más positivo sería del 18% en tanto la opción más pesimista estima una pérdida del 21%.