Los jóvenes consumen, proporcionalmente, más alcohol que los adultos, al tiempo que son los que menos vino toman. Cuatro de 10 jóvenes de 18 a 25 años toman vino, cinco de 10 adultos lo hacen en la franja de edad 26-49 años y seis de 10 lo hacen en el segmento de mayor edad, entre 50 y 70 años.

En este trabajo, realizado por los equipos técnicos de la Corporación Vitivinícola Argentina y del Observatorio Vitivinícola Argentino, están analizadas las incidencias que tiene el consumo de alcohol, tanto de vino como del resto de las bebidas alcohólicas, en la salud y los riesgos que implica para terceras personas, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Qué franjas etarias consumen más alcohol y qué bebidas son las que generan esa ingesta. También se desprende de este análisis, dónde, con quién y cuándo las personas consumen alcohol: mientras el vino es consumido, en mayor medida, en el hogar, con la pareja y la familia, la cerveza y el fernet son consumidos fuera del hogar y sólo con amigos.

El vínculo de los jóvenes y adultos jóvenes con la cerveza y el fernet es muy fuerte: la mitad de los consumidores de cerveza tienen menos de 35 años y casi 2 de cada 3 consumidores de fernet también se encuentran en ese rango de edad. Es llamativo el caso de las bebidas energizantes ya que casi 8 de cada 10 consumidores son menores a 35 años.

Las mujeres consumen menos alcohol que los hombres.

El vino comparte la lógica del consumo de las bebidas sin alcohol antes que las de sus principales competidores de bebidas alcohólicas: cerveza y fernet.

 Las edades

El “Estudio Integral del Perfil de los Consumidores Argentinos de Vinos y Bebidas Sustitutas”, realizado por Knack Argentina, muestra que 8 de cada 10 personas en Argentina bebe algún tipo de bebida alcohólica, valor que cuando se desagrega por edad, varía de manera importante: los jóvenes, proporcionalmente, toman más alcohol que los adultos.



Mientras que el 84% de los jóvenes de entre 18 y 25 años consume bebidas con alcohol, el porcentaje disminuye a medida que crece la edad. La pregunta que debemos hacernos es ¿qué tipo de bebidas con alcohol tomamos los argentinos?



Los jóvenes son los que proporcionalmente más alcohol consumen, al tiempo que son los que menos vino toman, ya que 4 de 10 jóvenes de 18 a 25 años toman vino; 5 de 10 adultos lo hacen en la franja de edad 26-49 años y 6 de 10 lo hacen en el segmento de mayor edad, entre 50 y 70 años.

Las categorías

Relacionado con lo anterior, vemos que del total de consumidores de vino, 41% se encuentra por debajo de los 35 años, mientras que en el caso de la cerveza y el fernet los valores son 50% y 59%. Es llamativo el valor de los energizantes (86%).

El vínculo de los jóvenes con la cerveza es muy fuerte: la mitad de los consumidores de cerveza tienen menos de 35 años. A su vez, el fernet ha ganado un territorio sorprendente tanto desde el hábito como desde el imaginario y la aspiracionalidad: casi 2 de cada 3 consumidores de fernet tienen menos de 35 años.



Las ocasiones: el vino se toma en casa

La diversidad de propuestas hace del vino un producto para cualquier ocasión, situación o espacio, sin embargo, su territorio predilecto es el hogar.

El “Estudio del perfil de consumidores” indica también que 8 de cada 10 consumidores beben vino en el hogar, un número bastante diferente al de la cerveza (6 de 10) y el fernet (5 de 10).

Esta lógica de consumo en el hogar se asocia fuertemente con la comida, ya que también 8 de cada 10 consumidores lo toman en esta ocasión.

El vino comparte la lógica del consumo de las bebidas sin alcohol, en contraposición a sus principales competidores de bebidas alcohólicas: cerveza y fernet.



Si bien las tres bebidas con alcohol masivas en Argentina son gregarias, los modos de consumo son muy distintos.En el caso del vino, 82% de los consumidores lo hace en compañía de “alguien”, en la cerveza 86% lo hace acompañado y el valor aumenta al 91% en el fernet.

Sin embargo, ese “alguien” en el vino es principalmente la pareja, los hijos u otros familiares, mientras que en la cerveza y el fernet son mayoritariamente los amigos y conocidos.



El consumo de las mujeres

Las mujeres consumen menos alcohol que los hombres. Por ejemplo, en el caso de los jugos, el consumo en hombres es del 60%, aproximadamente, y en mujeres es 73%, mientras que en aguas saborizadas los porcentajes son 48% y 58%, respectivamente. En aguas y gaseosas los porcentajes son similares para ambos sexos.

Cuando analizamos las bebidas con alcohol, el consumo de cerveza, vino, fernet y bebidas de alta graduación alcohólica, el consumo de hombres es mayor.



El consumo de las bebidas espirituosas

El consumo de bebidas espirituosas ha crecido sostenidamente desde el año 2002 hasta la actualidad, desde aproximadamente 2 litros per cápita, a 3,5 litros per cápita, es decir, un crecimiento de 71%. Los licores dulces, wiskys, amargos, bitters, fernets, aperitivos, vermouths y quinados y demás bebidas espirituosas, si bien partiendo desde una base relativamente baja, muestran un aumento del consumo muy alto en la Argentina.



La incidencia del alcohol en la salud y en el daño a terceras personas

Al hablar de consumo de alcohol existe, en general, una connotación negativa asociada a un daño que puede ser ocasionado sobre la salud o en relación a los efectos sociales (como por ejemplo daño terceras personas, a bienes físicos o efectos sobre el gasto social). Al mismo tiempo, ese daño está asociado a un riesgo, es decir, la probabilidad de que alguien o algo provoque un daño en alguien o algo, el cual puede medirse a través de dos dimensiones:

  • Las características de quien puede producir el daño, es decir, una amenaza.

  • El medio en el cual se puede producir el daño, lo que se puede denominar la vulnerabilidad.


¿Cómo se puede determinar entonces si el consumo de alcohol es riesgoso en función de estas dos variables?

Un consumo sin riesgo o con bajo riesgo, puede cuantificarse mediante la cantidad de alcohol que se puede beber al día que no conlleve a una situación riesgosa: según la Organización Mundial de la Salud, el consumo máximo recomendado es de 40 gramos de alcohol diarios para hombres y 20 gramos para las mujeres.



El “Estudio integral de consumidores de bebidas” muestra que se bebe más cantidad de copas/vasos de bebidas alcohólicas el fin de semana que durante la semana.

En un día de semana se consumen 1,8 copas de vino (250cc )mientras que el fin de semana se beben 2 copas, a la vez que se consumen más vasos/copas de cerveza que de las demás bebidas alcohólicas, y el fernet es el que mayor diferencia muestra entre días de semana y fin de semana. También vemos que hay diferencias en la cantidad de copas dependiendo de la edad de los consumidores.



Obviamente, no es lo mismo una copa o vaso de vino, que una de fernet o de cerveza. Entonces, ¿cuánto alcohol se consume en Argentina por día y en qué rango de riesgo se encuentra el consumo de bebidas alcohólicas en nuestro país?



Claramente vemos que el consumo de alcohol es más alto en los jóvenes, principalmente por el consumo de fernet que se encuentra en el nivel de riesgo más alto, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud.

A medida que avanza la edad, la ingesta de alcohol disminuye, sin embargo el consumo de alcohol ingerido a través de fernet se encuentra en el límite del riesgo alto, ubicándose más abajo el proveniente del vino y la cerveza, mientras que en adultos siempre los consumos están entre los riesgos medios/bajos.

Seguramente, las proporciones de consumo de alcohol por edad cambian dependiendo del día de la semana, registrándose, muy probablemente, mayor consumo los fines de semana y algo menos los días de la semana, tal como lo marca a nivel global el cuadro que vimos más arriba.

Por otro lado, los datos de consumo de alcohol per cápita en Argentina, medido en litros de alcohol puro para el período 1960-2016 considerando la población total del país, indican que en Argentina se consumen 8,1 litros, de los cuales el mayor porcentaje es de la cerveza con 3,5 litros, seguido por el vino con 3,4 litros.

El gráfico que sigue a continuación muestra con claridad cómo ha existido una reducción sistemática del consumo de vino al tiempo que ha crecido el consumo de cerveza, y una reducción de la ingesta total de alcohol desde comienzos de la década del 60’ hasta estabilizarse en el 2000.



Conclusiones

Vemos que el vino es consumido, principalmente, en los hogares, en compañía de la pareja, familiares y/o amigos y que, en mayor medida, lo toman las personas mayores de 36 años y, un poco más acentuadamente, los hombres que tienen más de 50 años.

Los jóvenes hasta 25 años beben más alcohol que las personas mayores, pero el consumo está centrado en el fernet y en la cerveza y la ocasión para tomar esas bebidas es con amigos y fuera del hogar. El vino es la bebida que menos eligen los jóvenes.

En cuanto a los riesgos que conlleva el consumo de alcohol, ya sea para la salud propia como para ocasionar daños en terceros, según los límites que establece la Organización Mundial de la Salud, el vino tiene un riesgo bajo en todas las franjas etarias, desde los 18 a más de 70 años.