Un estudio elaborado por la Gerencia Técnica de la Corporación Vitivinícola Argentina y el Observatorio Vitivinícola Argentino concluye que es preciso incrementar en 3 puntos porcentuales los reintegros a las exportaciones de todas las variedades o clases de productos y subproductos de las uvas en fresco, las pasas de uva, el jugo concentrado de uva, los espumantes y los vinos en general. Con ello se mejoraría la competitividad exportadora de la Argentina sin devaluar la moneda nacional y permitiría contribuir al incremento de exportaciones regionales, que cuentan con demanda en los mercados internacionales. La necesidad está fundamentada en los argumentos resumidos a continuación, los que están detallados en el estudio disponible para su descarga.
  • La carga impositiva a lo largo del proceso de producción, elaboración y venta de vino argentino en el exterior es en promedio 20% vinos fraccionados y 30% para granel.
  • En el vino fraccionado el costo de transporte representa 6,8% del precio fob y en graneles el valor es 11,1%. Para los competidores el costo de transporte interno es en promedio un 40% menor en relación al costo de argentina.
  • En la exportación, los impuestos asociados al transporte significan 2% en vinos fraccionados y 3% en graneles.
  • La producción de vino en Argentina se desarrolla en la región oeste del país, lejana a los puertos, lo que representa una desventaja respecto a los países competidores. La distancia, sumada a la presión impositiva, configuran una desventaja para las exportaciones vitivinícolas argentinas en relación al transporte de sus productos.
  • El jugo concentrado de uva comparte características productivas y comerciales con el vino a granel. Por ello, los resultados y estimaciones realizadas para el vino a granel son extrapolables al jugo concentrado de uva.
  • La uva en fresco y la pasa de uva tienen una realidad similar a la de las demás economías regionales del país productoras de frutas, tales como la pera y la manzana. El decreto 1207/2016 incrementó el reintegro por exportaciones de peras y manzanas (pasaron del 5% al 8,5%). Es fundamental para la uva de mesa y la pasa de uva alcanzar un beneficio similar.
  • Aumentar 3 puntos porcentuales los reintegros de manera de compensar el costo adicional por impuestos en flete, llevando el reintegro de vinos fraccionados a 9% y graneles a 8,5% compensaría la desventaja geográfica impositiva que tiene la vitivinicultura argentina.
  • El costo fiscal de la propuesta estaría cercano a los 25 millones de dólares.
  • Es posible estimar que ante un posible aumento en las exportaciones de vino de 5% significaría la producción de más de 1.300 hectáreas adicionales, mientras que un aumento de 10% representaría alrededor de 700 hectáreas más.
  • Se estima que en 2016 la producción, elaboración, fraccionamiento y venta de vino en los mercados externos generó más de 700 puestos de trabajo en la producción de uva mientras que en la elaboración fueron cerca de 6.800 puestos de trabajo de equivalencia a dedicación plena. Esto marca el impacto que tendría en el empleo el aumento de exportaciones.
  • El vino es un producto de origen agrícola pero con fuerte valor agregado: por cada dólar facturado en exportaciones, aproximadamente 30 centavos es valor agregado.