Los costos por consumo de gasoil -incluido mantenimiento de maquinaria y flete- contribuyen en un 24% en la conformación de los costos totales de producción vitivinícola. Es decir que las subas en el combustible afectan considerablemente los costos totales, sea en el uso de maquinaria para cosecha y laboreo como en el transporte de la producción hacia bodega, ya que impactan sensiblemente en la estructura de costos del productor, la cual viene siendo -y se acentúa- deficitaria.