El informe de Rabobank International señala que Japón se ubica como uno de los mercados de importación de vinos más valioso. Considerado durante mucho tiempo el dominio de los productores del Viejo Mundo, el mercado del vino japonés ha madurado considerablemente, emergiendo como un destino cada vez más abierto a la exploración de lo que el mundo del vino tiene para ofrecer.

Cuadro 1
En varios aspectos, el mercado de vinos japonés tiene más similitudes con los tradicionales occidentales que con un mercado emergente en desarrollo. Muchas de las tendencias que se observan en los países tradicionales también se detectan en Japón, incluyendo la participación cada vez más prominente del canal almacén en el off trade, la premiumización, y el rol cada vez más protagónico de los jóvenes en marcar tendencias para el consumo de vinos.

Según el informe de Rabobank International, resulta cada vez más claro que el vino ha dejado de ser una novedad, pasando a formar parte de la cultura de la sociedad japonesa. Si bien el crecimiento del consumo en el hogar sigue siendo superado por el consumo fuera del hogar, el comercio minorista de comestibles está aumentando su oferta de vino al tiempo que utiliza métodos más sofisticados de comercialización del mismo.

Con el aumento gradual del consumo en los hogares y con una economía que sigue teniendo dificultades para crecer, los consumidores son más sensibles a los precios. Esto ha sido aprovechado por la industria vitivinícola chilena que ha sabido penetrar en los segmentos de bajos precios, con fuerte impacto tanto en los consumidores como en los comercios. En un corto período de tiempo, las importaciones japonesas de vinos chilenos han aumentado considerablemente, pasando de representar en el año 2007 el 7,5% del total de vinos importados a representar el 25% el año pasado (2014). Dicho impulso se ha visto favorecido por el recorte en los impuestos a la importación producto del acuerdo económico firmado por Chile y Japón en el año 2007, lo que ha convertido a Chile en el principal país proveedor de vinos del Nuevo Mundo.
Cuadro 2

El informe de Rabobank señala que el acuerdo de libre comercio entre Australia y Japón que entra en vigor este año, sumado a la posibilidad que a finales de este año se cierren las negociaciones del acuerdo Trans-Pacífico, abren las posibilidades para que otros países del Nuevo Mundo consigan concesiones similares en los próximos años.

El hecho de que los vinos chilenos resulten tan atractivos al segmento de consumidores que son sensibles al precio, es también una señal de que los japoneses se están abriendo a nuevas culturas, más maduros y cosmopolitas en su consumo. Esta tendencia no sólo beneficia a Chile, sino que está también favoreciendo a proveedores de vinos españoles a ganar terreno en el mercado, en una época en que la cocina española está en una ola de popularidad.

Más en general, el vino continúa beneficiándose por la pérdida de popularidad de bebidas tradicionales como el sake y la cerveza. Nuevas generaciones de consumidores, incluidas las mujeres, están trayendo nuevas perspectivas a la categoría vinos. Como ejemplo se puede mencionar el crecimiento que se observa en los espumantes, los cuales están reemplazando al sake como bebida tradicional en las celebraciones japonesas. El vino blanco también ha crecido en popularidad, llevando al mercado más allá del boom inicial del vino tinto, en el que aún quedan estancados mercados emergentes como China.
En Japón, como en otras partes del mundo, el vino se ve beneficiado por su asociación con la salud. Esto se ve evidenciado con la gran popularidad que han adquirido los vinos "especiales", como aquellos que declaran ser "libres de sulfitos", los vinos orgánicos y los biodinámicos.

Por otro lado, este mercado continúa relativamente polarizado entre los segmentos de vinos finos y los de bajos precios. Las oportunidades en los segmentos medios son muy escasas, pero viendo el lado positivo, el crecimiento se concentra en los segmentos superiores de precios.
Cuadro 3

El gobierno japonés está intentando revitalizar la economía con reformas económicas amplias, lo que puede contrarrestar los efectos en el consumo de vinos de la crisis. Además Japón sigue luchando contra su profunda crisis demográfica.